Prevención de
abuso sexual

El servicio de prevención de abuso sexual en niños y adolescentes se enfoca en la protección y el cuidado emocional de los más jóvenes. A través de un abordaje psicoanalítico, buscamos crear un entorno seguro para que los niños y adolescentes expresen sus emociones, identifiquen posibles traumas y desarrollen herramientas para prevenir y enfrentar situaciones de abuso. Nuestro objetivo es fomentar la salud mental y el bienestar, promoviendo relaciones seguras y respetuosas en su desarrollo.

¿En qué consiste la Prevención de Abuso Sexual?

El servicio de prevención de abuso sexual en niños y adolescentes se centra en la creación de un espacio seguro y de confianza para que los jóvenes expresen sus emociones y experiencias. Utilizando el enfoque psicoanalítico, se trabaja en la identificación temprana de posibles señales de abuso, brindando apoyo emocional y herramientas psicológicas para fortalecer la resistencia y la conciencia de los límites personales. Este servicio tiene como objetivo prevenir situaciones de abuso sexual, promoviendo la salud mental y emocional de los niños y adolescentes, y fomentando relaciones respetuosas en su desarrollo.

¿Cuándo acudir al servicio de Prevención de Abuso Sexual?

El servicio de prevención de abuso sexual en niños y adolescentes se recomienda cuando existen cambios significativos en el comportamiento, emociones o relaciones de los jóvenes, que podrían indicar experiencias traumáticas. Si se observan signos de malestar, ansiedad, o cambios abruptos en el comportamiento, es importante considerar la posibilidad de recurrir a este servicio. Además, ante cualquier sospecha de situaciones abusivas, el servicio está diseñado para proporcionar un espacio de apoyo donde los niños y adolescentes pueden expresar sus emociones y recibir la orientación necesaria para abordar estas situaciones de manera saludable.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL?

La prevención del abuso sexual en niños y adolescentes es crucial para preservar su salud mental y emocional. El abuso sexual puede dejar secuelas profundas en el desarrollo psicológico de los jóvenes, afectando su autoestima, relaciones interpersonales y bienestar emocional a lo largo de la vida. Al intervenir tempranamente con medidas preventivas, se busca proteger la integridad psíquica de los niños y adolescentes, proporcionándoles herramientas para reconocer y gestionar situaciones de riesgo, así como fomentar un ambiente seguro donde puedan expresar sus experiencias y emociones. La prevención, en este contexto, se convierte en un pilar fundamental para cultivar un entorno propicio para el crecimiento saludable de los jóvenes.