El enfoque pedagógico Montessori, creado por la educadora italiana María Montessori, se centra en el respeto a la individualidad y autonomía de los niños. Este método ha trascendido el ámbito educativo formal y ha demostrado su valor en diversos contextos, incluyendo el campo psicológico. Se fundamenta en la idea de que cada persona tiene un ritmo único de desarrollo y aprendizaje, promoviendo un entorno que favorece la exploración, la expresión personal y la toma de decisiones. Los beneficios del método Montessori se reflejan en un desarrollo integral que abarca aspectos cognitivos, emocionales y sociales. La atención personalizada, el estímulo a la creatividad y el fomento de habilidades para resolver problemas son elementos fundamentales que contribuyen al bienestar psicológico y al crecimiento personal.